CHINA. La modernidad en Shanghai

Despues de dos noches en tren cama (nuevos y con aire acondicionado), llegamos a la China costera, cerca de Shanghai. Por la autopista, no hay un kilómetro sin presencia humana, todo está poblado, muchas naves y fábricas, aunque no de esas grandes y feas, con chimeneas, sino con entornos arbolados, con buena organizacion como siempre.

Pero se nota una China diferente, la citadina, con modas similares a las de cualquier lugar del mundo global. Muchos más coches, de lujo.

Echamos en falta las zonas rurales del interior, con sus costumbres diferentes, otra manera de vivir. Asi que esta parte no nos está llamando mucho la atención. Hay dos lugares muy turísticos, Hangzhou y Suzhou, con muchos lagos y canales. Pero después de lo que hemos recorrido esto no nos emociona. 

SHANGHAI. La hipermoderna megalópolis china, Shanghai es otro mundo, nada que ver con Beijing ni con las otras grandes ciudades visitadas. Pero se está pareciendo cada vez mas a una ciudad gigante cualquiera del mundo, con la homogeneidad que crean los infinitos centros comerciales, con las marcas globales omnipresentes.

Aunque hemos visto muchos rascacielos galácticos en las grandes ciudades de China, lo de Shanghai es otra cosa, siempre batiendo records. Impresionantes proyectos de urbanismo, creando kilómetros de ciudad nueva, un arrasar sin freno de barrios humildes con sus gentes. Afortunadamente, aún quedan calles estrechas, con ropa tendida y comida en la calle a un paso de las calles comerciales, una China diferente. Pero asi es China hoy. Todo cambia en meses.


Ayer visitamos la casa donde se celebro el primer congreso del PC en el 1921, gratuito y visitado por muchos grupos de Chinos. Y hoy queda rodeada de un barrio reconstruido de casitas, con calles peatonales, terrazas a la occidental, todo lujo y más lujo, tiendas, restaurantes, no falta nada. Si Mao levantara la cabeza... ?se reiría o lloraría ... o se iria a comer al restaurante de lujo de la esquina?.

Se nos acabaron los dos meses de paseo por China. Se ha pasado rapidísimo, pero muy intenso y variado todo lo que hemos recorrido, visto y aprendido. Nos hemos sentido muy a gusto en este pais y casi todo nos ha sorprendido gratamente.

Definitivamente, el tigre no es como lo pintan y animamos a todos a venir, si tienen oportunidad, a descubrir por lo menos Beijin que reune por si sola un concentrado de China y muchas maravillas.

Y gracias a nuestros primeros anfitriones en China, David y Peipei.

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