CRONICA RUTA 40 AL SUR DE ARGENTINA



Enero 2016

Estamos en Tierra de Fuego, a tan sólo 200 km al norte de Ushuaia, el "fin del mundo". Tierras inóspitas, fuertes vientos, frío intenso, y eso que estamos en pleno verano!
Aventura de una vez en la vida, llegar acá tan lejos de todo.
Han sido semanas llenas de emociones desde que dejamos Buenos Aires a primeros de enero. Ni tiempo de ver las fotos tomadas, tantas, tan diversos paisajes por la magnifica cordillera andina. Conociendo mucha gente.
Primero atravesamos la Pampa, infinitas extensiones planas, con vacas y campos de soja, mucha agua (ha llovido mucho). Paramos en Laboulaye, cuestión de partir en dos etapas los 1.000 km que separan Buenos Aires y Mendoza. Y allá, en la capital Argentina de los mosquitos, el destino nos tenía preparada una sorpresa: fue bajarnos del vehículo sobre la ruta 7 y ver acercarse una persona. Resultó ser Heber, viajero que nos encontramos un año atrás en Zanzibar, criado y con familia en Laboulaye! Increíbles casualidades de la vida!
Fue como un espejismo chocar con los Andes tras sólo ver llanuras desde Iguazú durante semanas de viaje.Tierras de Mendoza, al pié del Aconcagua, con sus bodegas y viñedos y algunos olivos. La ciudad en sí y los alrededores nos defraudaron bastante, mucha basura, asentamientos, campos descuidados, mucha especulación inmobiliaria y barrios cerrados.
En Mendoza comenzó la gran aventura de bajar por la Ruta 40, una carretera de más de 5.000 km que transcurre paralela a la cordillera andina en Argentina. No hay casi transporte en el tramo de "desierto" al sur de Mendoza, así es que no te queda otra que tener vehículo (mucha gente va en moto o bici) o echar dedo. Muy largas horas de espera, en estas tierras vacías de gentes, con pozos de petróleo y minas, volcanes, geología pura. Una pareja de jubilados en bus- casa rodante, trabajadores del oleoducto, el dueño del cámping donde nos quedamos, un mapuche, y un señor en Mercedes, nos ayudaron a recorrer los 500 km de vacío en dos días hasta Zapala. Lo hicimos! Duro pero conseguimos bajar por este tramo olvidado por muchos viajeros. Paisajes increíbles que hace que la ruta no parezca tan larga! Sobrevivimos a los tábanos, plaga de la cordillea en los meses de calor.
De ahí todo fue muy fácil, es la zona de los Lagos, hiper-turística, sobre todo durante las vacaciones de verano, en enero y febrero. Fue un choc pasar del vacío terrenal a ciudades y pueblos tomados por turistas argentinos. Y de golpe ver que la aridez deja paso a lagos y bosques de enormes coihues (robles y hayas) y otros árboles increíbles como las auraucarias y los arrayanes.
El paisaje fue de menos a más. Desde San Martín de los Andes, la ciudad más agradable, con plazas y calles y bellas casas de madera. 

La ruta de los 7 lagos, famosa por los cámpings frecuentados por mochileros desde hace años, más que por el trazado de la ruta, entre muchos bosques. Villa La Angostura, con casas de ricos, incluso dicen que Hitler murió ahí (¿será? Por algo lo contarán...). 

Bariloche, la otra ciudad del inmenso lago Nahuel Huapi, huimos de la ciudad, bastante descuidada y con muchas tiendas para turistas (que si chocolate, cosméticos, cervezas artesanales...) para centrarnos en los alrededores, el lago, las montañas. Increíbles vistas. Si vais por la zona y os gusta caminar, no dejeis de subir al Refugio López y el Pico Turista: 360 grados de vistas mágicas!
Finalmente seguimos ruta hasta El Bolsón, pueblo con comunidad hippie y mercadillo, una vidilla diferente aunque el pueblo no tiene más hoy en día, pero el valle y el Lago Puelo y sus montañas hacen que sea una parada interesante.

Muchas caminatas, mucho polvo en los caminos. Compensadas con las vistas.

Nombres mapuches, de pueblos, árboles, lagos, etc. aunque pocas gentes quedan de estos pobladores originales de la zona. Las masacres, el genocidio fue terrible en esta parte de Argentina. Así es que ves más ojos azules y gente rubia que rasgos locales. Terrible pasado de limpieza!

Felices, con toda la gente que nos ha recibido en sus casas, por Couchsurfing. Sólo dos noches tuvimos que ir de cámping. Juan y Tati, Heber y su familia, Luís y Miguel, Gregorio y su familia, Jimena, Christian, Nadia, Carlos. A todos, muchas gracias! Horas de conversaciones, cenas, vinos. Nunca te aburres con los Argentinos!
Bueno, no queremos aburrir más. Fueron semanas muy lindas, variadas, 3.200 km desde Buenos Aires hasta pasar la frontera con Chile y adentrarnos en la Carretera Austral.
Pero esa será otra crónica.

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